lunes, 27 de febrero de 2012

ENTREVISTA A FRANCISCO JOSÉ PALACIOS GÓMEZ 14/02/2012

Francisco José Palacios Gómez nació en Cádiz el 4 de abril de 1978, aunque vive desde 2011 en la cercana población de San Fernando. Tercero de siete hermanos, compaginó desde muy joven trabajos de diferentes índoles con sus estudios, hasta que se diplomó en Relaciones Laborales por la UCA en 2003. Desde entonces es el responsable del departamento laboral y de constitución de empresas de un buffet de abogados en Cádiz. Dado a la afición por la lectura y la escritura desde niño, publica su primer libro, “Relatos de sal”, en 2010. Actualmente prepara su segundo trabajo, “El alma que vistes”, y está terminando una novela basada en el Londres del siglo XIX, “La ira de Teresa”.


Con motivo del día de San Valentín, realizamos en nuestro grupo de Facebook el sorteo de un ejemplar de "Relatos de Sal", de este autor novel que os acabamos de presentar, en el que para participar había que dejarle una pregunta. Hoy os traemos la entrevista para que podáis leer lo que nos contó Francisco. Esperamos que os guste!!


¿Qué es lo que te impulsó para que comenzaras a escribir?

Francisco: Me parece que no existe ningún factor o condición concreta que te empuje a escribir tus primeras frases. En mi caso, siempre me han dicho que tengo gran imaginación. Cuando era pequeño, pasaba las horas con una de mis hermanas inventando juegos a historias. Con el tiempo, aún siendo un niño, quise plasmar esas fantasías en papel. Posiblemente tras leer mi primer libro.

¿Cuál es tu escritor favorito?

Francisco: No tengo ningún escritor predilecto. Me gusta la variedad. Por ejemplo, me encantan ciertas novelas de Stephen King (otras no me gustan nada), de Gabriel García Márquez, de Isabel Allende, de Michel Crichton… y algunos autores noveles que he conocido gracias a mi primera experiencia editorial.

¿Qué libro recomendarías a todo el mundo, sin importar la edad?

Francisco: La isla del tesoro, de Robert Louis Stevenson. Fue mi primera lectura adulta.

¿Crees en la inspiración o en el trabajo?

Francisco: Ambos factores son imprescindibles a la hora de encarar la elaboración de una obra. Primero debes estar inspirado y, segundo, hay que dedicarle tiempo. Mucho tiempo.

¿Te inspiras en realidades históricas para escribir alguna de tus historias o todo es producto de tu imaginación?

Francisco: Algunas sí que se inspiran en realidades históricas. Por ejemplo, en el libro “Relatos de sal”, se incluyen dos narraciones que se basan en hechos reales: el pueblo Dorio y la Guerra Civil española. Eso sí, a ninguno de los relatos les falta el toque de magia del que adoro imprimir mis trabajos.

¿Qué "manías" tienes a la hora de ponerte a escribir?

Francisco: Ninguna. Me he acostumbrado a escribir mientras escucho música, con ruido alrededor, mientras me hablan… ¡ni una manía, oye!

¿Te compensa tanto trabajo?

Francisco: Económicamente no. Personalmente, en lo que tiende a la autorrealización, sí.

¿Te impones unas horas al día para escribir, cuando puedes o cuando estás inspirado?

Francisco: Escribo cuando puedo. Mi trabajo, que nada tiene que ver con las letras, me limita mucho el tiempo del que dispongo para la tarea creativa. Luego, cuando me pongo a ello, también dependo de la inspiración. ¡Hay días en los que no soy capaz de escribir ni una sola palabra!

¿Cuánto tiene el libro de recuerdos o cosas que te contaron o aprendiste, y cuanto de fantástico?

Francisco: Cincuenta por ciento de fantástico, cincuenta por ciento inspirado en vivencias propias o ajenas, y en la experiencia del día a día.

¿Para un autor novel aconsejas auto publicación o luchar para que te publiquen?

Francisco: Como están las cosas en estos momentos, mejor auto publicar que trabajar con una editorial pequeña, sin posibilidad de promoción y distribución.

¿Cuál es tu libro preferido?

Francisco: No tengo ninguno. Adoro La isla del tesoro, Misery, Cien años de soledad, La casa de los espíritus, La casa de Bernarda Alba….

¿Te gustan más los libros en papel o digitales a la hora de leerlos?

Francisco: Hoy por hoy creo que el papel es insustituible: su tacto, su olor… evoca a lo tradicional, a lo añejo. No sé si me explico.

¿Qué estas escribiendo ahora?

Francisco: Lo vas a descubrir en breve, pero te adelanto que estoy embarcado en dos proyectos prácticamente terminados.

¿A la hora de describir a los personajes te inspiras en alguien de tu entorno?

Francisco: En la mayoría de los casos no. Puede que alguien me haya inspirado algún gesto, formas de hablar, manías… pero no te sabría decir con exactitud.

¿La sal se refiere a la sal de la vida?

Francisco: Podría ponerme filosófico y darle un cariz metafísico al título de mi primer libro, pero lo cierto es que le puse ese título en humilde homenaje a la salinidad que, en ocasiones, arrastra el viento desde el mar cuando abro la ventana de mi casa en la ciudad donde nací, Cádiz.

¿Por qué recomendarías leer tu libro?

Francisco: No se me ocurre ninguna razón en especial. Hay miles de libros buenísimos. Tantos, que seríamos incapaces de leerlos todos a lo largo de nuestras vidas. No obstante, he querido lanzar una serie de mensajes a lo largo de las páginas de “Relatos de sal” que pueden hacernos reflexionar acerca de la propia existencia y por los que, quizás, merezca la pena leerlo. Tengo algunos lectores que han llegado a parafrasear alguna parte del libro como si fuera una sentencia indiscutible. Eso me llena de gozo como escritor.

¿Cuesta mucho escribir un libro? No me refiero de dinero si no de tiempo...

Francisco: Mucho tiempo. Si algo he aprendido de mi primera experiencia es que hay que trabajar sobre la obra continuamente, revisarla una y otra vez y, cuando estemos satisfechos, volver a repasarla de nuevo.

¿En qué te basaste para elegir la portada del libro?

Francisco: Pues no la diseñé ni la elegí yo. Ese trabajo lo hizo la editorial, y ellos se basaron en el relato que representa el grueso del libro, “El último liberado”, una epopeya de ciencia ficción que ofrece una teoría sobre la existencia de la humanidad.

¿Qué inspiración tuviste a la hora de escribir tu libro?

Francisco: La inspiración llega de innumerables fuentes. Por ejemplo, uno de los relatos de fantasía épica y corte romántico, “Hojas de plata”, surgió de la relación que tengo con mi novia.

¿Tiene relación con hechos reales?

Francisco: Algunos relatos sí, otros no. “La gitana paya” está basada en algunas historias que me narraba mi abuela sobre la guerra civil española.

¿Nos adelantas otro poco de tu nuevo proyecto?

Francisco: En breve.

¿Cual es el libro que has empezado a leer pero nunca has llegado a terminar?

Francisco: El mío. Desde que lo publiqué, he releído algunos de sus relatos, pero no lo he tomado como lectura habitual desde el principio hasta el final. En cuanto a otros libros, odio dejarlos a medias, aunque no me agraden.

¿Hay algún personaje con el que te identificas, que le pusiste rasgos tuyos personales?

Francisco: No, en realidad. Intento destacar algún rasgo de la personalidad del propio personaje que lo distinga del resto, por lo que tiendo a recalcar mucho cuándo uno es más listo, o más torpe, o menos bondadoso. Supongo que todo personaje tiene algo de su autor, pero no te podría decir qué; quizás pudiera hacerlo alguien que me conozca personalmente y se haya leído mis obras.
¿Es verdad que dejas la soltería o por el contrario solo son rumores? Le he preguntado a tu "esposa" y... mejor no te digo lo que me ha contestado...
Francisco: Pues mira, sí. Me caso este 23 de junio con mi novia, con la que llevo diez años. Nos conocimos en la facultad y… ¡hasta ahora! Ella tiene parte de culpa de que “Relatos de sal” exista… ;D
¿Qué piensas si la opinión de la gente sobre tu libro no es la que esperas o deseas?
Francisco: Muchos autores sostienen que la opinión de la gente se las trae al pairo. Yo soy uno de esos escritores que pensaba que no había que hacerle caso a las críticas negativas, pues son algo inevitable cuando expones tu obra al mundo. No obstante, los comentarios desfavorables hacia tu trabajo siempre duelen, porque enseñan que no existe nada perfecto, mucho menos la obra de un aspirante a escritor. Pero hay que aprender a canalizar esa información de tal forma que te permita mejorar para futuras obras. Yo creo que lo he logrado.
¿Que se siente al tener tu libro entre las manos?
Francisco: Es una sensación indescriptible. Cuando abrí las cajas que contenían los primeros cien ejemplares de “Relatos de sal”, noté una especie de agradable alivio, parecido al que sientes cuando apruebas un examen al que le has dedicado horas y horas de concienzudo estudio. La felicidad que te embarga es deliciosa, y me he deleitado en innumerables ocasiones volviendo a recordar lo que sentí en ese momento.
¿Les dejas leer el borrador a la familia antes de mandarlo a la editorial?
Francisco: Mira, es curioso cómo se concibió mi primer libro. No tenía intención de publicar cuando me ponía a escribir esos relatos que, más tarde, lo conformaron. Se gestaron por distintos motivos: a mi amor por las letras, se le sumó el amor que profeso a algunas personas, a quienes escribí diversas historias para disfrute propio. Cuando me percaté de que tenía muchísimo material y de que las críticas hacia esos cuentos eran positivas, decidí recopilarlo todo y enviar el manuscrito resultante a varias editoriales, no con demasiada confianza, la verdad. O sea, que muy pocos leyeron el contenido de “Relatos de sal” antes de su publicación. Con mis nuevos manuscritos estoy actuando con mucha más prudencia, y sí que están pasando el filtro de varios lectores antes de darles luz verde.
¿Qué te mueve a observar y escribir acerca de la oscuridad interior de los seres humanos?
Francisco: Siempre me ha resultado muy curioso los mecanismos psicológicos de las personas. ¿Por qué actúan del modo en que lo hacen? ¿Por qué toman unas decisiones sobre otras? ¿Qué les empuja a tomar determinados caminos? Algunos de los relatos de este libro se inspiran en esas preguntas y las respuestas que he hallado.
¿Cómo te organizas a diario para compaginar trabajo, escritura y vida familiar?
Francisco: Es muy complicado compaginar todas las responsabilidades que tiene cualquier persona que no se dedique a escribir profesionalmente. En mi caso concreto, aprovecho algunas horas de la noche, antes de dormir, para ir moldeando las nuevas historias que compondrán los manuscritos que tengo a punto. Trabajo durante el día y los fines de semana, festivos y vacaciones lo dedico a mi familia. No me queda más remedio que hacerlo así o no hacerlo.
¿Cómo eliges el título?
Francisco: En cuanto a “Relatos de sal”, ya he explicado anteriormente el por qué de su título. Para las nuevas obras que estoy preparando, me gusta darle vueltas al argumento, intentar condensar en una sola frase todo lo que se narra en la historia. No es fácil y puede que no llegue a escoger el título que mejor le venga, pero siempre se da con alguno que te llena a la hora de pronunciarlo. Por ejemplo, mi nuevo libro se llamará: “El alma que vistes”.
¿En qué "amor" te inspiraste para escribir esta obra?
Francisco: Pues abordo el tema del amor en sus múltiples facetas. Hablo del amor por uno mismo, por defender lo que se quiere, en “El destino del dorio”; hablo del amor entre hermanos, y de padres a hijos, en “El último liberado” y “La gitana paya”; hablo del amor entre un hombre y una mujer en “La Herencia de los Condes de Villaperdida” y “Hojas de Plata”. En concreto, para este último relato, me inspiré en el amor que siento por mi novia. Se lo escribí como regalo en una fiesta de San Valentín, hace algunos años.
¿Qué mensaje has querido dar con tu obra?
Francisco: En general, que el amor desinteresado puede dar lugar a grandes gestas, a heroicidades inimaginables por parte de cualquier persona.
Estuve viendo el blog y por lo que leí son historias muy diferentes. Quería saber si hay algo en común que las une.
Francisco: No, no las une nada. Son, como bien apuntas, historias totalmente distintas unas de otras. Odio repetirme cuando escribo. Me encanta probar fórmulas nuevas de narrar, argumentos dispares los unos de los otros… innovar, en definitiva.
¿Cuál fue el primer libro que leíste en tu vida?
Francisco: Bueno, después de leer el Micho y Micho 2 (libros obligatorios en la por entonces E.G.B. en que una familia de monísimos gatitos enseñaban las letras del abecedario y algunas palabras básicas), me parece que el primer libro que leí fue “La isla del tesoro”, de Robert Louis Stevenson. Me impactó de tal maneta que me hizo un adicto a la lectura. Creo que tenía unos ocho años y, hasta entonces, jamás me había acercado a un libro.
¿Guardas todavía el primer libro que te regalaron?
Francisco: No. Es una pena, pero con los años aprendemos a darle valor a lo que tuvimos y no conservamos.
Tu sal es: salada, valiosa o alegre.
Francisco: Alegre. Suelo ser bastante positivo frente a las adversidades y a la vida en general aunque confieso que, cuando releo “Relatos de sal”, se aprecia un halo a melancolía, a tristeza, que no sé de dónde ha salido. Quizás lleve dentro de mí cosas que aún desconozco. La escritura te hace descubrir partes de ti mismo que ni sospechabas llevar dentro. Se puede decir que es una especie de terapia.
¿Cuántos relatos tiene el libro?
Francisco: Son siete relatos, aunque el cuarto, podría calificarse de novela corta, debido a su extensión.
¿Qué se siente cuando ha terminado el libro? ¿Lo ves perfecto, o siempre cambiarias algo?
Francisco: Un escritor jamás pondría punto y final a un libro. Cada vez que se revisa, aparecen nuevas erratas, frases que modificas, términos que varías por otros… Nunca se está contento del todo con el resultado final.
¿Por qué le pusiste sal a tus relatos y no azúcar?
Francisco: Si en lugar de vivir junto al mar lo hubiera hecho junto a una fábrica de azúcar… tampoco le hubiera puesto “Relatos de azúcar” ¿Alguien ha sufrido con la fetidez que despide una de esas fábricas? ¡El olor es nauseabundo!
¿En qué momento te surge ese click, que te llevó a escribir y compartir tus obras?
Francisco: En cuanto al “click” que me lleva a escribir, puede surgir en cualquier parte y en cualquier momento. El cerebro es un órgano caprichoso, que puede enlazar cualquier situación que estés viviendo, con algún recuerdo o pensamiento previo y sacar alguna conclusión asombrosa. Me ha pasado mil veces y me volverá a pasar. Algunos lo llaman musa. Otros, inspiración. Es cierto que aparece en el momento más insospechado. De ahí que muchos escritores aconsejemos no forzar la máquina cuando la inspiración nos abandona: dar un paseo, ver la televisión, tomar una cerveza con un amigo, en cualquier momento nuestro cerebro nos sorprende y nos da la respuesta al enigma planteado.
En lo referente a compartir mis obras, es más complejo. La insistencia de mi novia, una de mis primas y algunos amigos que habían leído varios relatos de los que compondrían “Relatos de sal”, me insistieron en que probara suerte con las editoriales para ver si me publicaban. Lo hice con poca confianza, la verdad…
¿Prefieres escribir relato o novela? ¿Hay alguna diferencia aparte de la extensión?
Francisco: Prefiero escribir relato. Supongo que a cada escritor se le dará mejor una cosa u otra. En mi caso, mi naturaleza impaciente y mis inquietas musas me obligan a poner punto y final a las historias que escribo para empezar a moldear la nueva idea que se enquista en mi cerebro y no deja de dar vueltas hasta que la vomito sobre el papel. No obstante, ya me he lanzado a la novela, de tal forma que tengo un manuscrito casi terminado.
Las diferencias entre ambas son notables. En el relato vas a la anécdota, al hecho que hace que merezca la pena contar esa historia. En la novela, debes mantener la atención del lector durante muchas páginas, lo que es más complejo. No me vale que alguien me diga que ha escrito una novela de doscientas páginas cuando más de la mitad se agota entre diálogos insustanciales y acciones irrelevantes. Si quieres escribir una novela, cada capítulo debe enganchar al lector, mantenerlo pegado a sus páginas por lo original/sorprendente/hermoso de tus palabras.
¿Qué buscas al publicar un libro? ¿Qué te gustaría conseguir?
Francisco: A corto plazo, reconocimiento. No hay mayor pago a un autor que las palabras de agradecimiento de un lector que ha disfrutado con tu trabajo. A medio y largo plazo, una fuente de ingresos compatible y complementaria a la profesión de la que vivo.
¿Tu próximo libro es también de relatos?
Francisco: Lo vas a descubrir en breve, pero te adelanto: sí y no.
¿Qué opinión te merece la difusión y el trato que dan las redes sociales a los escritores, tanto noveles como veteranos?
Francisco: Las redes sociales son un arma de doble filo. Posiblemente, en los principios del auge de las redes sociales, algunos escritores aprovecharon el nuevo medio para dar a conocer sus obras y, posiblemente, para vender muchos libros. Hoy día somos cientos los escritores que pululamos por internet, cual moscas insidiosas, mendigando a los lectores para que lean nuestros libros. Eso da lugar a que todos tengamos las mismas oportunidades, sí, pero también a que los lectores se quemen cuando, tras leer a varios escritores noveles y sentirse defraudados por sus escritos, vuelvan a centrarse a los escritores consagrados. Pagarían los buenos autores noveles por los malos, pero es algo inevitable. Algo parecido pasa con Amazon. Todos nos vamos a sumar al carro de la página de ventas de libros digitales por excelencia. Lo que pasa es que el pastel se está repartiendo en tantos pedazos, que vamos a tocar a muy poco por cada uno.
¿Tenías clara la idea de lo querías contar o te fue surgiendo una nueva cuando empezaste a escribir?
Francisco: Siempre tengo claro lo que quiero contar cuando empiezo una nueva historia. No aconsejo a ningún escritor que inicie un relato o novela sin saber a dónde quiere llevar. Esto da lugar a que, a la mitad de la obra, estemos tan desorientados que acabemos abandonándola, frustrados. Lo que sí es inevitable es que, durante el camino que te has marcado previamente, vayan surgiendo otros secundarios, historias paralelas o modificaciones del hilo argumental principal que case más con lo que querías contar, por lo que decides tomar esos caminos nuevos.
¿Qué se siente al caminar por las calles y ver tu libro en las librerías y que la gente lo compre?
Francisco: Indescriptible. Es una sensación de triunfo y autorrealización incomparable con cualquier otra que haya sentido hasta la fecha. Cuando mi libro llegó a las librerías, me fui a dar una vuelta y gocé comprobando cómo lucía “Relatos de sal” en sus estanterías. Cuando lo encontré en un centro comercial de una red muy conocida a nivel nacional, casi lloro de la emoción.
¿Has vuelto a releer tu novela después de publicarla?
Francisco: No. He releído algunos relatos, pero no he tenido tiempo de iniciarlo y acabarlo como una lectura habitual.
¿Qué libro te volverías a leer?
Francisco: Hay muchos: “Esfera”, de Michel Crichton por ejemplo. Es un libro muy entretenido. “Final del juego”, de Julio Cortázar… Podría haber dicho esos como tantos otros. Si me preguntas cuál no volvería a leer, sí que puedo ser más concreto.
¿Cómo organizas las ideas antes de plasmarlas en un libro?
Francisco: Primero tiene que haber una especie de explosión en mi cerebro. Algo que llame mi atención y que lo vea fuera de lo común. Después, me doy a imaginar las consecuencias que tendría ese algo. Durante días, mi cabeza bulle en una actividad frenética, moldeando un esbozo de argumento. Cuando más o menos tengo una idea de lo que quiero transmitir, cómo empezarlo y cómo acabarlo, me pongo frente al teclado y pruebo suerte. A veces, borro una y otra vez hasta que lo que tengo frente a mí me gusta. Otras veces, borro y no vuelvo a tratar el asunto.
¿Crees que los relatos son literatura "menor" al considerarse que son más sencillos a la hora de estructuras y rapidez de sucesos que una novela más larga? ¿O por el contrario los consideras como los grandes anuncios de televisión, donde con 20 segundos en ocasiones son capaces de contarte más cosas que películas de 3 horas?
Francisco: He leído relatos que me han dejado fríos, carente de emoción alguna. Otros que me han impactado, me han hecho vibrar, reír o emocionarme profundamente. Con las novelas me ha pasado igual. Creo que no se trata de si novela o relato. El quid de la cuestión es que la historia enganche, transmita algo que no nos deje indiferentes y que, además, la prosa nos envuelva y no suene a música a medida que vayamos leyendo. Con esos ingredientes, puedes tener un buen resultado, independientemente de su extensión.
¿A qué tipo de público te diriges?
Francisco: A ninguno en concreto, aunque admito que no me gusta que me lean los menores de catorce o quince años, por la crudeza de algunos relatos, por la filosofía de otros… Si lo pienso bien, creo que me alejo, aunque inconscientemente, del público que prefiere una película americana de tiros y explosiones, que una buena historia española donde los protagonistas sean verdaderamente humanos.
¿Se puede extender a novela o son concepciones diferentes, desde su creación?
Francisco: Sí que se pueden extender a novela, todos y cada uno de los relatos. De hecho, no pocos lectores me han recriminado que no me haya parado más en algunas historias. Pero, como dije antes, me gusta ir al hecho, sorprender página tras página, separar el polvo de la paja. Creo que es más divertido tanto para mí como para el lector.
¿Qué tiene tu libro que no tengan otros?
Francisco: Nada. Es un libro como otro cualquiera. No se puede generalizar. Creo que para lector en particular, unos libros les calan más que otros. Depende de los ojos que se posen en las páginas de “Relatos de sal”, le dará  mayor o menor valor.
¿Antes de hacer este libro había un escrito en sucio o empezaste a escribir con lo que iba surgiendo?
Francisco: Todo en sucio. Como he comentado anteriormente, el libro es un compendio de relatos que se han ido gestando a lo largo de varios años por motivos distintos, y que decidí compilar en una sola obra. Tal como se escribieron, se compilaron y publicaron.
¿Por qué te hiciste escritor?
Francisco: Bueno, yo no me he hecho escritor. Escritor es una palabra demasiado grande que, aunque a veces la uso para dirigirme a mí mismo, lo hago con la máxima  humildad posible. Escritor te hacen los lectores. Si gusta lo que escribes, si hay quién aprende de los mensajes que vas dejando a lo largo de las páginas de tu obra, puedes considerar que has dado los primeros pasos para llegar a esa meta: ser un escritor de verdad que quizás algún día, recuerden las generaciones venideras.
¿Es tu primera obra?
Francisco: Sí, es el primer libro que he publicado. He disfrutado mucho con su escritura, y más con la aventura de su publicación. Ahora creo que ha llegado el momento de pasar página y de centrarme en mis futuros proyectos.
Los relatos no tienen nada que ver unos con otros, ¿cuál ha sido el más difícil de escribir para ti?
Francisco: El más difícil, sin duda, “El último liberado”. Se trata de una epopeya de ciencia ficción con tintes filosóficos. Bueno, suena aburrido, pero la acción no decae en  toda la trama. Me ha costado más porque, a pesar de ser el más extenso, es en el que he compilado mayor cantidad de mensajes e información que deseaba trasladar al lector.
¿Te gustan otros géneros además del terror?
Francisco: No tengo ningún género predilecto, ni aborrezco ningún género. Cualquier historia, por sencilla que sea, puede encerrar un gran mensaje, y hacernos disfrutar con su prosa. Amo cualquier libro que me llene, que me enganche a sus páginas por la magia de sus protagonistas y del argumento, independientemente que sea de terror, romántico, histórico… Esa afición por cualquier tipo de lectura me ha condicionado a la hora de escribir, pues no me importa encarar una historia de cualquier tipo siempre que tenga muy claro lo que quiero contar.
***


Pues esto ha sido todo. Muchísimas gracias a las administradoras del grupo “Algo más que lecturas”, por darme la oportunidad de expresarme ante todos vosotros. Felicidades a Ruth García Pimienta por ser la afortunada (bueno, quizás eso suene demasiado pedante)… la ganadora de mi primer libro, “Relatos de sal”. Al resto, ha sido un verdadero honor responder a las cuestiones que me habéis planteado. Por ello, vais a recibir la primera parte de mi nuevo manuscrito. Se titula “El alma que vistes”, y estoy poniendo en él todo mi corazón y empeño para lograr la obra que ansío como escritor. Espero que la disfrutéis.

Un fuerte abrazo.

Francisco José Palacios Gómez

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Desde Algo más que lecturas queremos agradecer a Fco. José su colaboración en el grupo y le deseamos mucho éxito en su trayectoria como autor.

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